Ha pasado 1 año

Ha pasado un año de la magnífica experiencia y cada uno de los días hemos recordado algo o alguien nos ha recordado los fantásticos días que pasamos allí.

La última, en la Feria del Libro, cuando nos acercamos al stand en el que estaba firmando libros Javier Reeverte autor entre otros de «Los caminos perdidos de África», al que comentamos que estuvimos por allí y nos dedicó su libro «El sueño de África» de la siguiente manera: «Para Eduardo y Elisa, con quienes creo compartir el llamado «mal de África», esa enfermedad que te pide volver siempre al continente». Y es que a sus años (que por supuesto no son demasiados para continuar haciendo lo que hace) sigue viajando allí, conociendo, dejándose impresionar y captar por cada uno de los pequeños mundos que hay en ese otro mundo llamado África.

He llegado a la conclusión de que de mayor entre otras muchas cosas quiero ser como él y como mucha otra gente que sigue empleando parte de sus días de vida en viajar y dejarse tocar por otras realidades.

Y es que ahora que tengo mi plaza fija resulta que se hace duro, quizás la palabra adecuada es cómodo, «dejarlo todo y seguir(le)» hasta allí, pero sí que es verdad que sigo necesitando el contacto, la conexión y no creo que nada debiera de frenar esa inquietud, ni el trabajo, ni los años, ni la futura familia, …y también he de confesar que para no perder mis manías y complejos, no me gustaría hacerlo sola, no me siento demasiado fuerte, valiente, con coraje,… Hay hueco y momento para todo cuando se quiere, no????

En fin, ha pasado un año y el «mal de África» me ha contagiado pero bien, no puedo sacármelo de la sangre, de la cabeza, del corazón…
Espero volver pronto y seguir conociendo y aprendiendo cosas nuevas que nunca dejan de surgir, sorprendernos y completarnos.

Ébano, de R. Kapuscinski

Desde niño he tirado por ciencias (dejando de lado las letras) lo que me ha convertido en un muy mal comentador de libros. De todas maneras voy a intentarlo, a mi modo, y que me perdonen los puristas.

Portada del libro Ébano y foto de R. KapuscinskiAntes de irnos a Burundi, hablando con Jesús y Daniel (de TEDECO) no recuerdo como salió el tema de literatura sobre Burundi y África en general. Enseguida me recomendaron una serie de libros que ya han pasado por sus manos, coincidiendo ambos en que el fundamental era Ébano de un tal Ryszard Kapuscinski. Tal era su interés en que me leyera este libro que, decidido a hacer las cosas bien, les pregunte: «¿Pero es un libro para antes, durante o después?», a lo que contestaron prácticamente al unisono «Antes, durante y después».

Al final resulto que mi padre lo tenía por casa de una colección de libros de viajes de un periódico. Y lo leí.

Desde el primer momento me engancho la forma de escribir tan cercana que tiene Kapuscinski, lo que hace que te metas prácticamente en su piel según va avanzando el libro. La forma de contar las cosas, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, dejándose sorprender por un continente especial, dotado de las más grandes maravillas y puteado por la humanidad.

El libro cuenta algunas de sus andanzas como reportero en distintos países de África, en una época muy concreta, que es cuando las antiguas colonias acaban de conseguir su independencia (o están en ello). Pero como dice él mismo:

«éste no es un libro sobre África, sino sobre algunas personas de allí, sobre mis encuentros con ellas y el tiempo que pasamos juntos»

Y es en ese punto donde creo que radica la universalidad de este libro, en que retrata de una manera increíblemente humana y cercana los encuentros que tiene con esas personas de allí. Encuentros que, tras mi experiencia por Burundi, se repiten, en cierto modo, en cada esquina.

Es un libro que recomiendo a cualquier persona interesada de verdad en África y, sobre todo, a cualquiera que vaya a viajar allí.

Amahoro!

HASTA SIEMPRE NGOZI

Ya estamos en nuestra otra casa, la de Madrid. El viaje muuuuuuuuuuy largo y cansado pero bien. Ya hemos puesto las lavadoras, hemos recogido la casa y hemos vuelto a nuestra otra vida,….

Pero no igual, no como siempre o eso esperamos y pretendemos.

Ha sido mucho lo que hemos vivido y han sido muchos a los que hemos conocido, que nos han acogido como a sus hermanos y que nos han insistido mucho en que si no podemos quedarnos alli, por lo menos volvamos otra vez.

¿Sabéis eso de que África engancha? No solo eso, te atrapa, pasa a formar parte de ti, de lo que eres, de quien eres,… y por ello me siento muy agradecida, bendecida de alguna forma, porque he visto, he tocado, he saboreado, he olido y he sentido taaaaaaaaaaaaanto y tan maravilloso.

Muchas gracias Ngozi, muchas gracias a todos y todas los de alli!

«See you other day»