Ha pasado un año de la magnífica experiencia y cada uno de los días hemos recordado algo o alguien nos ha recordado los fantásticos días que pasamos allí.
La última, en la Feria del Libro, cuando nos acercamos al stand en el que estaba firmando libros Javier Reeverte autor entre otros de «Los caminos perdidos de África», al que comentamos que estuvimos por allí y nos dedicó su libro «El sueño de África» de la siguiente manera: «Para Eduardo y Elisa, con quienes creo compartir el llamado «mal de África», esa enfermedad que te pide volver siempre al continente». Y es que a sus años (que por supuesto no son demasiados para continuar haciendo lo que hace) sigue viajando allí, conociendo, dejándose impresionar y captar por cada uno de los pequeños mundos que hay en ese otro mundo llamado África.
He llegado a la conclusión de que de mayor entre otras muchas cosas quiero ser como él y como mucha otra gente que sigue empleando parte de sus días de vida en viajar y dejarse tocar por otras realidades.
Y es que ahora que tengo mi plaza fija resulta que se hace duro, quizás la palabra adecuada es cómodo, «dejarlo todo y seguir(le)» hasta allí, pero sí que es verdad que sigo necesitando el contacto, la conexión y no creo que nada debiera de frenar esa inquietud, ni el trabajo, ni los años, ni la futura familia, …y también he de confesar que para no perder mis manías y complejos, no me gustaría hacerlo sola, no me siento demasiado fuerte, valiente, con coraje,… Hay hueco y momento para todo cuando se quiere, no????
En fin, ha pasado un año y el «mal de África» me ha contagiado pero bien, no puedo sacármelo de la sangre, de la cabeza, del corazón…
Espero volver pronto y seguir conociendo y aprendiendo cosas nuevas que nunca dejan de surgir, sorprendernos y completarnos.